jueves, 31 de julio de 2008

POSTMODERNISMO

¿QUÉ ES EL POSTMODERNISMO?
En uno de sus diálogos, Platón citó al pensador Protágoras diciendo que cualquier cosa "es para mí lo que a mí me parece, y para ti lo que a ti te parece"1. Esto suena muy contemporáneo. Escuchamos lemas que declaran "eso es verdad para ti, pero no para mí" o "esa es sólo tu perspectiva". Estas frases reflejan el modo de sentir post modernista que continúa afectando y moldeando la cultura occidental.
1. ¿Cómo emergió el post modernismo? Obviamente, el término post modernismo presupone una era que le precedió: el modernismo. Pero debemos entender también que el modernismo fue una reacción al premodernismo.
Premodernismo: Antes del siglo XV, los occidentales creían que Dios (o lo trascendente, o el reino sobrenatural) era la base de los conceptos morales absolutos, la racionalidad, la dignidad humana y la verdad. Como lo expresó el célebre teólogo cristiano Anselmo (n. 1033 d.C.) que dijo: "Creo que puedo entender" (credo ut intelligam). Él hablaba de una "fe que buscaba entendimiento" (fides quaerens intellectum). Es decir, el punto de partida hacia el conocimiento y la sabiduría era Dios, quien proporcionaba la lente con la que uno podía interpretar adecuadamente la realidad y la experiencia humana. Teniendo fe en Dios, el mundo podía entenderse correctamente.
Modernismo: Luego llegó el filósofo René Descartes (1596-1650). Como católico romano, le preocupaba el escepticismo filosófico y (debido a la Reforma Protestante) la incertidumbre teológica de su tiempo.. Como parte de su proyecto, decidió dudar de todo: Su conclusión: Pienso, luego existo (o en latín, cogito, ergo sum). Así que sin darse cuenta, el proyecto de Descartes sacó a Dios del centro del escenario y lo reemplazó por el pensador humano como punto de partida. El efecto sería trascendente. El racionalismo de la Ilustración europea (1650-1800) reflejó este cambio. Este período se caracterizó por su optimismo hacia el potencial y la razón humanos, pero también por su escepticismo hacia la autoridad de la iglesia y la doctrina cristiana ("dogma").
Este fue sólo uno de muchos proyectos modernistas que asumían que la dignidad humana, la verdad y la razón podían conservarse sin Dios. Además del racionalismo (y su énfasis en la razón), estaban el romanticismo (y su énfasis en el sentimiento), el marxismo, el nazismo y otros esquemas utópicos que buscaban eliminar a Dios como punto de partida del entendimiento y el vivir. La visión judeocristiana del mundo, que había influenciado profundamente a occidente, ahora estaba siendo desafiada.
Postmodernismo: Luego de dos guerras mundiales, un clima post modernista empezó a impregnar a occidente. Sistemas o "grandes historias" ("metarrelatos") como el nazismo, el marxismo, el cientificismo o el racionalismo terminaron por oprimir "al otro", es decir, a los judíos, a los capitalistas, etc. Dichos sistemas resultaron ser un total fracaso. Así que con el post modernismo no sólo Dios fue excluido como fundamento para dar sentido a la realidad y la experiencia humanas; no podemos hablar de ninguna realidad, razón o moralidad universales. Lo único que tenemos son perspectivas fragmentadas.
Si la revolución francesa y la tormenta de la Bastilla en París (1789) son la imagen del cambio hacia el modernismo, la caída del muro de Berlín, exactamente doscientos años después (1989), simboliza el fracaso del modernismo y el surgimiento del post modernismo.
Premodernismo (hasta 1650)
Modernismo (1650-1950s)
Post modernismo (1960s - presente)
Dios (el reino sobrenatural) es la base de la moralidad, la dignidad humana, la verdad y la razón.
La moralidad, la dignidad humana, la verdad y la razón descansan sobre otros fundamentos, no sobre Dios (razón, ciencia, raza, etc.).
Todos los metarrelatos (sistemas o grandes historias) son sospechosos -sean o no religiosos. No existe ningún fundamento universal para la verdad, la moralidad o la dignidad humana.
Revolución Francesa (1789)
Caída del Muro de Berlin (1989)


2. ¿Qué es el post modernismo? el post modernista francés Jean-François Lyotard preguntó: "¿Después de los metarrelatos, dónde puede residir la legitimidad?". Es decir, el post modernismo es profundamente escéptico (o receloso) hacia los grandes sistemas o historias explicativos. También critica todo criterio que proclame ser neutral, imparcial o racional..
Mientras que el modernismo buscaba sistemas totalizantes y una certeza absoluta, el post modernismo ahora los pone en duda de dos maneras. Para contrarrestar el totalismo, el post modernismo asevera que frecuentemente utilizamos la "razón" para buscar el cumplimiento de nuestros intereses y deseos; El conocimiento no es neutral. (Esta observación utiliza la "hermenéutica de la sospecha"). En respuesta a la certeza imparcial, el post modernismo enfatiza que nuestras ideas y juicios están incrustados en un contexto histórico-cultural; así que nunca podemos salirnos totalmente de dicho contexto por pura reflexión. (A esto se le ha llamado la "hermenéutica de la finitud")4.
3. ¿Cuáles son algunas de las características del post modernismo? Antidualista: Los post modernistas aseveran que la filosofía occidental creó dualismos (falso/verdadero, bueno/malo) y así excluyó del pensamiento ciertas perspectivas. Por otro lado, el post modernismo valora y promueve el pluralismo y la diversidad (más que negro contra blanco, occidente contra oriente, hombre contra mujer). Asegura buscar los intereses de "los otros" (los marginados y oprimidos por las ideologías modernistas y las estructuras políticas y sociales que las apoyaban).
Cuestiona los textos: Los post modernistas también afirman que los textos -históricos, literarios o de otro tipo-- no tienen autoridad u objetividad inherente para revelar la intención del autor, ni pueden decirnos "que sucedió en realidad". Más bien, estos textos reflejan los prejuicios, cultura y era particulares del escritor. El historiador australiano Keith Windschuttle ha hecho notar que durante los últimos 2400 años, los críticos asumieron que la verdad estaba todavía al alcance del historiador, pero "los nuevos teóricos que dominan las humanidades y las ciencias sociales aseveran que es totalmente imposible decir la verdad acerca del pasado o utilizar la historia para producir conocimiento objetivo en cualquier sentido"5.
El giro lingüístico: El post modernismo argumenta que el lenguaje moldea nuestro pensamiento y que no puede haber ningún pensamiento sin lenguaje. Así que el lenguaje crea literalmente la verdad.. Así que la verdad es creada y no descubierta.
La verdad como perspectiva: Además, la verdad es cuestión de perspectiva o contexto más que ser algo universal. No tenemos acceso a la realidad -a la forma en que son las cosas-- sino solamente a lo que nos parece a nosotros. Como no podemos salirnos de nuestro contexto para tener la "perspectiva de Dios" acerca de las cosas, debemos aceptar que nuestro pensamiento es moldeado por fuerzas que están más allá de nuestro control. Somos como Truman Burbank en The Truman Show. Sin saberlo, él es la estrella de una producción en un ambiente controlado ("seaheaven"), donde 5,000 cámaras vigilan cada uno de sus movimientos; todos, excepto Truman, están actuando. Similarmente, nosotros nos encontramos con que somos lanzados a un contexto sin forma de escapar de él.
Pero en muchos aspectos, el post modernismo plantea preguntas conflictivas y profundas contradicciones: ¿cómo puede alguien negar la verdad universal sin afirmarla de alguna manera ("¿Es universalmente cierto que no existe la verdad?")? ¿Acaso no sería un hecho universal el que no hubiera hechos universales? ¿Acaso la postura de que "todo es cuestión perspectiva" no trata de afirmar más que la perspectiva de alguien? ¿Acaso quienes ponen en duda que podamos conocer las intenciones del autor no están expresando por escrito sus propias intenciones muy particulares? ¿Acaso el rechazo de los metarrelatos o grandes historias no es un tipo de metarrelato en sí mismo?
Si bien la acepción más usual del postmodernismo se popularizó a partir de la publicación de La condición posmoderna de Jean-François Lyotard en 1979."Modernismo" y "postmodernismo" se usan para referirse a una corriente estética que emergió primeramente en la literatura, en las artes plásticas y luego en la arquitectura.
Características histórico-sociales
1-Las grandes instituciones, como la Iglesia, pierden influencia.
2-En contraposición con la Modernidad, la Postmodernidad es la época del desencanto. Se renuncia a las utopías y a la idea de progreso.
3-Se produce un cambio en el orden económico capitalista, pasando de una economía de producción hacia una economía del consumo.
4-Desaparecen las grandes figuras carismáticas, y surgen infinidad de pequeños ídolos que duran hasta que surge algo mas novedoso y atrayente.
5-La revalorización de la naturaleza y la defensa del medio ambiente, se mezcla con la compulsión al consumo.
6-Las mass medias y el marketing se convierten en centros de poder e influyen en diversos factores como:
6.1-Que ya no importa el contenido del mensaje, sino la forma que es transmitido, y el grado de convicción que pueda producir.
6.2-Desaparecen las ideologías como forma de elección de los líderes, y es reemplazada por la imagen.
6.3-Se convierten en transmisoras de la verdad, lo que se expresa en el hecho de que lo que no aparece por un medio de comunicación masiva, simplemente no existe para la sociedad.
6.4-Pero también aleja al receptor de la información recibida sacándole realidad y relevancia, convirtiéndola en mero entretenimiento.
6.5-Se pierde la intimidad y la vida de los demás se convierten en un show
Características socio psicológicas
1-Los individuos solo quieren vivir el presente, el futuro y el pasado pierden importancia
2-Hay una búsqueda del inmediato
3-Se caracteriza por el proceso de perdida de la personalidad individual.
4-La única revolución que en individuo está dispuesto a llevar a cabo es la interior.
5-Se hace culto al cuerpo y la liberación personal.
6-Se vuelve a lo místico como justificación de sucesos.
7-Perdidas de fe en la razón y la ciencia, pero en contrapartida se hace culto a la tecnología.
8-El hombre basa su existencia en el relativismo y la pluralidad de opciones, al igual que un subjetivismo en la mirada de la realidad.
9-Perdida de fe en el poder publico.
10-Perdida de preocupación ante la injusticia:
11-Desaparición de idealismos.
12-Perdida de la ambición personal de auto superación.
13-Desaparición de la valorización del esfuerzo.
DESARROLLO DE LITERATURA
En la literatura provocó la fusión del espacio y del tiempo en la narración y la percepción difusa de la realidad, así como los distintos puntos de vista del o de los narradores, junto a la simultaneidad de los géneros, especialmente en la novela, llevó a la ruptura de las técnicas clásicas, abolidas por una absoluta libertad tanto en estilo, forma y fondo. La literatura de imágenes donde la realidad y la ficción comparten el mismo espacio-tiempo se asemeja a la cinematografía, donde los dibujos animados comparten los mismos lugares y la misma vida que los actores de carne y hueso.
DESARROLLO DEL CINE
Uno de los síntomas sociales más significativos de la postmodernidad se encuentra en la saga de películas Matrix, donde el realce de la estética y la ausencia de culpa causal, unidos a la percepción de un futuro y una realidad inciertas, se hacen evidentes. Otros ejemplos más relevantes los encontramos en Blade Runner, Irreversible y un ejemplo español de culto Smoking Room. En todos ellos observamos un preeminencia de los fragmentos sobre la totalidad, ruptura de la linealidad temporal, abandono de la estética de lo bello al estilo kantiano, pérdida de la cohesión social y sobre todo la primacía de un tono emocional melancólico y nostálgico.
Los pensadores más destacados de las corrientes posmodernas son Gilles Deleuze, Jean Baudrillard, Jean-François Lyotard, Jacques Lacan, Michel Foucault, Gianni Vattimo, Jacques Derrida, Gilles Lipovetsky, Slavoj Zizek, Alan Badiou, entre otros.
DESARROLLO DE LA HISTORIA
Los historiadores también se han visto influidos por las teorías posmodernas, llegando incluso a plantearse su profesión. La posmodernidad afecta a la historiografía de dos modos:
Niega la posibilidad de construir grandes relatos, es decir, niega el empirismo histórico como base de sus paradigmas.
Niega la posibilidad de reconstruir el pasado ya que los documentos no son pruebas reales de lo sucedido sino discurso y representaciones.
Estas teorías han provocado dos grandes cambios:
El interés por estudiar la historia cultural de las minorías y los sujetos subalternos.
DESARROLLO DE LA SICOLOGIA
La psicología posmoderna permite como una de sus caracteristicas más importantes la integración con otras areas como son: el uso de medicamentos psiquiatricos, terapias de relajación e incluso tecnicas heredadas de la Nueva Era y de otros enfoques que no entran en algunas ocasiones en el campo de lo estrictamente cientifico.
DESARROLLO DEL ARTE
Los rasgos más notables del arte posmoderno son la valoración de las formas industriales y populares, el debilitamiento de las barreras entre géneros y el uso deliberado e insistente de la intertextualidad, expresada frecuentemente mediante el collage o pastiche.
Postmodernismo: los antecedentes1
Nietzsche: la realidad es lo que uno crea. A Nietzsche se lo considera a menudo el padre o el antecesor del postmodernismo. Al declarar que Dios está muerto, Nietzsche enfatizó que ya no había una base fundamental para las cosas, que no había un cimiento sobre el cual basar las creencias propias. Como consecuencia, el ser humano tiene la oportunidad y la responsabilidad de crear su propio mundo. Pero hay un problema, pues Nietzsche afirmó que el conocimiento de las cosas como se dan es en realidad imposible. Lo que nosotros aceptamos como conocimiento es una creación humana, una ilusión o una construcción artística. El lenguaje por medio del cual expresamos nuestro conocimiento es un mundo autónomo, completamente separado de la realidad exterior y totalmente arbitrario en su formación. Por lo tanto, lo que nosotros llamamos verdad es una invención humana.

Heidegger: la realidad es ser. Otra figura importante que influenció sobre el postmodernismo fue el filósofo alemán del siglo XX, Martin Heidegger. Este, esencialmente, estaba de acuerdo con el punto de vista de Nietzsche acerca de que el lenguaje crea la realidad. Para elaborar su comprensión del lenguaje, Heidegger se basó en ejemplos literarios y asumió una postura mística y casi religiosa ante el mismo. En lugar de analizar el lenguaje, él quería experimentarlo y por medio de esa experiencia llegar a ponerse en contacto con el ser, la existencia.

Foucault: la realidad es una liberación continua. Durante el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, varios pensadores franceses fueron atraídos por la ideas de Nietzsche y de Heidegger. Entre ellos, Michel Foucault y Jacques Derrida fueron los más significantes promotores del postmodernismo. Foucault sostenía que, debido a que el conocimiento tiene la intención de controlar y someter, no puede ser objetivo. Por ello el intelectual debe desafiar este orden en un programa continuo de liberación. El lenguaje por medio del cual se expresa el conocimiento es solamente discursivo —palabras e ideas que interaccionan con otras palabras e ideas, más que con los objetos en sí mismos—; por lo tanto constituye un discurso que desafía a un discurso opuesto. Por eso Foucault se puso del lado de los grupos excluidos o marginados, particularmente los homosexuales, para trastornar el orden existente. Pero si uno de estos grupos marginados llegaba a ser dominante, él estaba listo a aliarse con otro grupo marginado para oponerse a este nuevo orden de opresión que fue creado.

Derrida: no hay significados intrínsecos. Jacques Derrida también se ocupa del lenguaje. Ya que no tenemos una visión inmediata de la realidad, dependemos del habla y de la escritura. Pero el habla y la escritura son ambiguos y no necesariamente transmiten lo que queremos decir. Por eso Derrida propone la destrucción del texto, lo que incluye el análisis etimológico de las palabras, el juego de palabras involuntario y los deslices freudianos, con el fin de mostrar que éstos no contienen ningún significado intrínseco.

A pesar de las importantes diferencias entre estos cuatro pensadores, ellos colocaron las bases filosóficas del postmodernismo con tres contribuciones principales. Primero, el ser humano no puede tener acceso a la realidad y por lo tanto no tiene medios para percibirla. Segundo, la realidad es inaccesible, porque estamos encerrados en la cárcel del lenguaje que forjan nuestros pensamientos antes de que pensemos y porque no podemos expresar lo que pensamos. Tercero, nosotros creamos la realidad mediante el lenguaje, por ello quienquiera tiene el poder de estructurar el lenguaje determina la realidad.

El postmodernismo y las humanidades
El postmodernismo como un movimiento intelectual reconocido comenzó a fines de la década de los 60 y principios de los 70.2 Un examen de los escritos del postmodernismo revela la naturaleza cambiante y fragmentaria de este movimiento. Algunos de los efectos producidos por este énfasis sobre las humanidades pueden resumirse de la siguiente manera.

Antifundacionalismo. Es un hecho que a menudo se hace referencia al postmodernismo como antifundacionalista, pues emerge la consideración de que el lenguaje es una realidad completa en sí misma. Así Jean Baudrillard puede decir que debemos permitir “todas las interpretaciones posibles, incluso las más contradictorias, pues todas son verdaderas, en el sentido de que su verdad es intercambiable”.3 Reflejando a Foucault, Zygmunt Bauman declara: “La verdad es...una relación social (como el poder, la posesión o la libertad): un aspecto de la jerarquía construida sobre unidades de superioridad e inferioridad; más exactamente, es un aspecto de la forma hegemónica de dominación o de un intento de dominio mediante la hegemonía”.4 Por lo tanto, los postmodernistas frecuentemente hablan de textos, ideas y lenguajes “privilegiados”, creyendo que su importancia no radica en sus cualidades inherentes, sino en las relaciones jerárquicas de poder.

Enfasis sobre el “otro”. Debido a que ven la verdad como un símbolo o una expresión de poder, los postmodernistas enfatizan lo que ellos frecuentemente designan como “otros”: los grupos marginados, la gente de color, las mujeres, los homosexuales y la gente del tercer mundo, los cuales pueden desafiar el “centro” o el lugar del poder. En una frase típica, Henry Giroux afirma que “al desafiar la noción de la razón universal, la construcción de un sujeto blanco humanista y la legitimación selectiva de la cultura elevada como patrón de práctica cultural, la crítica postmodernista ha puesto en evidencia de cómo el característico discurso norteamericano y eurocéntrico de identidad suprime las diferencias, la heterogeneidad y la multiplicidad, en un esfuerzo por mantener la hegemonía del poder”.5

Expresión en la crítica literaria. Con su énfasis en el lenguaje, no es de sorprenderse que el postmodernismo haya experimentado probablemente su más alta expresión en la crítica literaria. Un ejemplo de ello es Stanley Fish, quien ha sido un líder en el método de la literatura conocido como la teoría de la “respuesta del lector”. En su libro Is there a Text in This Class?, se refiere a la premisa del modernismo de que un texto literario tiene una identidad fija que el crítico debe descubrir. En este desarrollo intelectual Fish primero argumentó que el texto tiene una estructura que es la misma para todos los lectores, pero que el significado de la obra está basado en la experiencia del lector. Sin embargo, más adelante determinó que es el lector quien decide qué patrones formales son importantes. Más tarde, sostuvo que el lector suple los patrones formales. Finalmente, concluyó que el lector no actúa independientemente sino que es un miembro de una comunidad de interpretación que influye sobre la manera en que el lector comprende el texto.6 Otras escuelas críticas, incluyendo el formalismo, la semiótica, la destrucción del texto, el feminismo y el neomarxismo, también han desligado al autor y el texto de diferentes maneras. El crítico se dedica a la crítica como otra forma de arte —como un texto interactuando con otros textos— ya que no es posible identificar el “significado del texto con referencia a cualquier criterio de valor, de conocimiento y verdad de validez general”.7 Este enfoque teórico determina los ataques al llamado “canon” de la literatura occidental. Mientras que algunos simplemente quieren ampliar el canon para incluir “otras voces”, a saber, las de las mujeres y de las minorías étnicas, otros han atacado la noción misma de que los clásicos sean en alguna forma obras superiores. Más bien, según su punto de vista, esos escritos han sido considerados clásicos porque fueron colocados en esa posición por una estructura de poder representada por el hombre blanco heterosexual.

El postmodernismo y la historia
La historia ha respondido con lentitud al impulso del postmodernismo en parte porque los historiadores no han manifestado interés en los fundamentos teóricos de esta disciplina.8 Sin embargo, Hayden White argumentó a principios de los 70 que existía una conside-rable similitud entre la literatura y la historia, tanto en la forma como en el propósito. Es más, observó que, aparentemente, “hay un componente ideológico irreductible en cada registro histórico de la realidad”.9 Otros historiadores, especialmente los dedicados a la historia cultural e intelectual, han desarrollado este tema. Por ejemplo, Dominick LaCapra describe al historiador como alguien que sostiene un diálogo con el pasado y que decide “qué merece ser preservado, rehabilitado o críticamente transformado en tradición”.10 Junto al influyente filósofo Jean-Francoise Lyotard, quien desafió la posibilidad de toda interpretación totalizadora de la historia, los historiadores comenzaron a rechazar la noción de objetividad. “La historia, como el mito, poderosa, sugestiva e inevitablemente fragmentaria —escribe Henry Glassie—, existe para ser alterada, para ser permanentemente transformada, proponiendo órdenes sociales todavía no imaginables”.11
Como otros lo hacen en los estudios literarios, los historiadores han ido incorporando en sus estudios cada vez más nuevas voces y perspectivas a su círculo, tales como afroamericanos, indígenes, mujeres, homosexuales, clases sociales ajenas a la élite como obreros, comerciantes, campesinos y pueblos colonizados. Con frecuencia se han referido al tema de la opresión, particularmente en conexión con la diseminación del cristianismo y del colonialismo occidental. Además de introducir nuevas voces, los historiadores ahora también buscan descifrar el lenguaje para revelar las relaciones entre el poder y el género, o de las realidades psicológicas subyacentes a los eventos. De la misma forma que algunos críticos literarios, ellos buscan derribar las jerarquías históricas. Comentando sobre el ardoroso debate acerca de estos nuevos impulsos en la erudición histórica, Joan Wallach Scott, la historiadora feminista, describe el acercamiento postmodernista a la historia y aplica su metodología de la siguiente manera: “El conocimiento que producimos es contextual, relativo, abierto a la revisión y al debate, y nunca absoluto. —Y continúa diciendo—: No se niega la parcialidad y la particularidad de la historia, y por extensión, de todos los acontecimientos que los historiadores nos relatan. En última instancia, es la pluralidad de las historias y de los protagonistas de las mismas, así también como la ausencia de una narración única lo que les resulta intolerable a los conservadores, porque socava la legitimidad de su búsqueda de dominio”.12 Tenemos que reconocer que el postmodernismo tiene facetas múltiples. Mientras que por un lado algunos argumentan que la erudición es una ficción, otros sugieren que hay una conexión entre el conocimiento y el mundo real. En otras palabras, hay versiones más conservadoras y más radicales del postmodernismo. Pero este mismo pluralismo de los postmodernistas sugiere su naturaleza fundamental. “Por lo tanto, propiamente hablando, no hay una ‘cosmovisión postmodernista’ ni la posibilidad de que esta exista —afirma Richard Tarnas—. El paradigma postmodernista es por naturaleza fundamentalmente subversivo de otros paradigmas, ya que en su esencia considera que la realidad es a la vez múltiple, y al mismo tiempo, local y temporal y sin un fundamento demostrable”.13
Respondiendo al postmodernismo
¿Cómo debemos responder al postmodernismo? Es claro que desafía todos los conceptos que han guiado a la civilización occidental por más de 400 años. Su difusión en el mundo académico y en la cultura general requiere que se lo considere seriamente.
Contradicciones internas. En primer lugar, el postmodernismo presenta una serie de contradicciones internas. Aunque muchos potsmodernistas afirman que no podemos tener un contacto con la realidad y por lo tanto no podemos establecer la verdad, este argumento constituye una declaración verdadera acerca de la realidad. Por otra parte, al referirse al concepto de crisis, al proponer un proceso histórico que avanza de lo moderno a lo postmoderno y al criticar el “Proyecto del Iluminismo”, el postmoder-nismo termina proponiendo una meta-narración de la cultura occidental que parece no tomar en cuenta el pluralismo que a su juicio es la esencia del proceso histórico. El romanticismo, el tradicionalismo y la religión han desafiado la supremacía de la razón y han desempeñado un papel importante en la formación de nuestra cultura; sin embargo, parecen desvanecerse en medio del paradigma del “Proyecto del Iluminismo” postulado por los postmodernistas.
A pesar de la negación de los absolutos, la preocupación del postmodernismo con respecto al concepto del dominio y de la opresión, revela su propio esquema de valores morales. Los conceptos de tolerancia, justicia y democracia, aparecen frecuentemente en los escritos postmodernistas como valores morales por medio de los cuales se debe juzgar a la sociedad. Pero si no podemos conocer absoluto alguno, pareciera no haber otra razón que la preferencia para escoger estos valores en particular y, si la preferencia determina nuestros valores, parecería entonces que esos mismos valores perderían su fuerza moral.
Estas contradicciones internas del postmodernismo apoyan el punto de vista de muchos eruditos, de que en vez de ser una nueva cosmovisión —o una anticosmovisión— el postmodernismo es la conclusión o resultado lógico del modernismo. Si esto es así, no es de sorprenderse que el postmodernismo todavía acaricie algunos de los valores modernistas, aun cuando ha socavado las bases de esos valores.
Problemas prácticos. El postmoder-nismo también presenta algunos problemas prácticos. Aunque la mayoría de los postmodernistas cree que el lenguaje nos separa de la realidad, éste no es el único modo de comprender la experiencia humana. Allan Megill, un historiador que simpatiza con el postmodernismo, escribe: “Uno puede, si uno quiere, llamar a todo una ‘ilusión’, de la misma manera como uno puede llamar a todo un ‘discurso’ o ‘texto’. Pero esto no elimina la distinción entre, digamos, una interpretación de la experiencia de ser arrollado por un camión y la experiencia en sí misma —una distinción que cada lengua debe establecer de alguna forma, si quiere funcionar sobre algo diferente que un nivel puramente fantástico —”.14 En otras palabras, existe una conexión entre el lenguaje y la realidad externa que el postmodernismo no parece reconocer en forma suficiente. Por ejemplo, la historiadora feminista de la ciencia Evelyn Fox Keller, argumenta que la ciencia moderna debe entenderse como el producto de una jerarquía privilegiada masculina. No obstante, a ella le intriga el hecho de que este conocimiento influenciado por el género masculino haya alcanzado tantos logros. “Cualquiera que sea la corriente filosófica que aceptemos, permanece el hecho de que la visión particular de la ciencia que han elaborado hombres de ciencia como Bacon en el curso del tiempo, han más que cumplido las profecías de Bacon, y han producido una clase de poder que superó sus sueños más ambiciosos. Tal como la conocemos, la ciencia logra notables resultados”. Aun cuando Keller reconoce que existe una vaga conexión entre la ciencia y la realidad física, considera que es muy limitada y arguye que necesitamos “una mayor comprensión de lo que significa que la ciencia ‘funciona’, sobre todo, en qué funciona. Se necesita volver a examinar el significado de ese éxito”.15
Otro problema práctico, probablemente el más importante que expone el postmodernismo, consiste en determinar si es posible una sociedad o una civilización viables sin ningún fundamento o valores. Uno de los filósofos postmodernistas más destacados de los Estados Unidos, Richard Rorty, sostiene que en un mundo en donde no existe ni tampoco puede existir la verdad, lo único que necesitamos es una mutua tolerancia.16 Pero, ¿tiene la mutua tolerancia la suficiente fuerza moral para preservar una sociedad desafiada interna y externamente por voces disidentes que presentan una visión diferente, posiblemente una basada en absolutos? ¿Es suficiente la tolerancia mutua para motivar las generaciones futuras a mantener una civilización, sin un fundamento más seguro que la mera preferencia?
Las preocupaciones del cristiano. Algunos cristianos han visto al postmodernismo con su interés en el “otro”, con su preocupación por una pluralidad de opciones y su rechazo contra la dominación de la razón y la ciencia, como una situación más favorable para el cristianismo que la presentada por el modernismo. Arthur J. DeJong, por ejemplo, afirma que el postmodernismo “enfatiza la apertura y la diversidad y vuelve a introducir la reverencia y el misterio. Si bien no exige transcen-dencia, la permite”.17
Aunque este argumento es válido hasta cierto punto, también puede ser ingenuo. La razón por la cual el postmodernismo permite la reverencia, el misterio y la trascendencia, es porque no acepta explicación alguna como verdadera, o para decirlo de otra manera, considera que todas las explicaciones son igualmente veraces y válidas. El cristianismo puede participar del diálogo sólo si abandona todo discurso, sólo si abandona toda pretensión de verdad absoluta.
Como cristianos podemos estar de acuerdo con el postmodernismo y aprender mucho de él en su convicción de que nuestro conocimiento es limitado, de que la razón es una vía inadecuada hacia lo absoluto y que el lenguaje le da forma y traza los límites al pensamiento. Después de todo, Pablo afirma que “ahora vemos por espejo, oscuramente” (1 Corintios 13:12). El hecho es que, como cristianos, creemos en absolutos revelados, mientras que los postmodernistas no lo admiten. Gene Edward Veith observa que “los modernistas argumentarían en diferentes formas que el cristianismo no es verdadero. Difícilmente se escucha este argumento hoy. Actualmente la crítica más común es la de que ‘los cristianos piensan que ellos tienen la única verdad’”.18 En contraste con la negación de la meta-narrativa del postmodernismo, los cristianos creen que la “petit-histoire”, usando la terminología de Lyotard acerca del nacimiento de Jesús, su crucifixión y resurrección, no solamente ocurrió, sino que es el elemento clave en la meta-narración de la historia cósmica —lo que los adventistas llaman “el gran conflicto”—. Es más, los cristianos afirman que nuestra relación personal con esta historia totalizadora determina nuestro destino eterno.
Los problemas que hemos enumerado no deberían interpretarse como un rechazo total del postmodernismo. Sin lugar a dudas, somos influenciados inevitablemente por la cultura en que vivimos. Pero también debemos esforzarnos por establecer una distancia con respecto al modernismo y al postmodernismo, evaluarlos críticamente e identificar los puntos en común para iniciar el diálogo. Algunos elementos del postmodernismo, como las limitaciones de la razón, la aceptación de vías no racionales hacia el conocimiento y la preocupación por la justicia pueden facilitar la conversación. Pero iniciemos ese diálogo con nuestros amigos postmodernistas sabiendo que nuestro discurso no es sólo intertextual —para usar un término postmodernista—, sino que se basa sobre la fe en el Dios que se nos reveló mediante su Palabra escrita y el “Verbo... hecho carne” (Juan 1:14).

1 comentario:

Iván Ruiz de Velasco dijo...

Saludo la reflexión. La discusión es amplia y las consecuencias del abandono del fundamento siempre terminan por hacerme algo nebuloso lo concreto.